Buyema Abdelfatah, conocido como Castro, llegó al Polisario en 1974, con tan solo 16 años. Había sido uno más de los pastores nómadas de cabras y camellos que se movía con una jaima a lo largo del desierto en busca de pasto; Tras la guerra y el exilio forzoso y leer cuantos libros han caído en sus manos y entusiasmarse con las corrientes más vanguardistas de la psicología y la pedagogía, Castro se convirtió en toda una autoridad científica y en el hombre capaz de poner en pie la primera experiencia mundial de educación especial dentro de un campo de refugiados.
El Centro de Castro, como todos conocen la escuela, esta´situada en la Wilaya de Smara. La pobreza de sus instalaciones, dotadas con escaso material escolar y pedagógico de quinta o sexta mano donado por ONGs e instituciones españolas, no quita valor alguno al sueño cumplido de Castro, que dice haber encontrado muchos obstáculos hasta alcanzar sus objetivos que no eran otros que trabajar por la integración social de los discapacitados saharauis haciendo suya la máxima que se aplica cada mañana: " estamos aquí para educar, integrar y no marginar..."
Una historia impresionante de la lucha de una persona por mejorar las condiciones de su pueblo... gracias por dárnosla a conocer...
ResponderEliminarEllos lo comparten todo,saben en las condiciones que se encuentran y se sacrifican con generosidad para seguir subsistiendo....Braco por Castro y gracias por la información.
ResponderEliminarComo me ha emocionado Castro y que lección nos da. Cuándo se quieren hacer las cosas se hacen, y así de bien encima, pese a los pocos medios y los muchos obtaculos, lo mucho que ayuda a los discapacitados saharauis con su iniciativa.
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